Performance/Caminos Alternativos

Mona Hatoum. Roadworks (Performance-Still) 1985-1995

Este blog lleva por título “Caminos Alter-Nativos”. Es un espacio de reflexión, debate y pensamiento, vinculado a los múltiples caminos del arte ligado a la acción y al movimiento. Esto podría ser lo que vulgarmente se conoce como performance.

Por otro lado, la idea del título tiene la intención de cuestionar el concepto de lo “alternativo”. Lo alternativo es un significante vacío que puede llenarse con cualquier significación y al mismo tiempo describe un proceso de construcción en constante movimiento. “Lo alternativo” es aquello que no se deja aprehender. Es en este sentido que intento desmontar la palabra “alter-nativo” partiendo de cierta raíz que nos habla de lo Alter (Lo Otro) y el concepto de Nativo , que atendiendo a la definición de la RAE se trata de alguien que pertenece a un país o lugar porque ha nacido allí. La diferencia está en haber nacido o no en un lugar, en pertenecer o no a determinado espacio. Lo “Otro” está fuertemente vinculado a la alteridad cultural, sexual, de género. No puede separarse la construcción del Otro de nuestra propia identidad. Es preciso tener en cuenta que la división nosotros/otros viene dada, clasificada y teorizada por un grupo hegemónico, que se constituye en un “nosotros” y que asigna la denominación de los “otros”. Es ese nosotros el que se ocupa de mantener ese sistema de atribución de roles e identidades y de deslegitimar todo lo que se salga de él. En este sentido es imposible soslayar la dimensión del poder. El “Otro” es el compendio de lo heterogéneo, de lo amorfo, de lo diferente, que establece la frontera con lo que no somos, ni deberíamos ser.

A partir de la segunda mitad del siglo XX se empieza a cuestionar lo hegemónico y el paradigma cultural dominante. Fredric Jameson en su libro “Periodizar los 60” lo sostiene de la siguiente manera: “Los sesenta fueron, entonces, el período en el que todos estos ‘nativos’ se convirtieron en seres humanos, tanto interna como externamente: aquellos colonizados internos del Primer Mundo- “minorías”, marginales y mujeres- así como sus sujetos externos y “nativos” oficiales”.

Las identidades y los lenguajes artísticos contemporáneos pueden ser definidos por su capacidad de migrar, de mutar, de mezclarse, de hibridar. El devenir y la labilidad son sus características más firmes. Los caminos del presente se transforman en simultáneas alternativas.

Desde este blog pretendo poner en tensión la construcción del Otro/Alter, o sea lo distinto, mi otro cultural, y lo nativo que puede ser sinónimo de autóctono u originario. En definitiva, cruzar mi propia subjetividad con lo Otro, mi pertenencia con mi no pertenencia, lo propio con lo ajeno. Esto de alguna manera significa reflexionar acerca de nuestros orígenes (culturales, académicos, subjetivos, etc.) y confrontarlos con aquello que no se reconoce como propio.

La alteridad que en el período moderno se asoció a la noción centro-periferia, hegemónico-subalterno, masculinidad- feminidad, etc., hoy se rige ante todo por la complejidad significativa. Las fronteras, los cuerpos y las acciones no están tan marcadas como antes y ya no existen signos de su perdurabilidad en el tiempo.

La disciplina que he elegido para llevar adelante este proyecto (teórico y práctico) es la performance, porque pone de relieve precisamente esta discusión acerca de lo que es propio y ajeno en cuanto al lenguaje artístico, al cuerpo y a las acciones. Uno de los elementos fundamentales es la frontera o las fronteras entre lo que es y lo que no es arte, lo que se legitima y no se legitima como tal. El cuerpo es el elemento fundamental de esta poética. En la performance hay un debate implícito en cuanto a la noción de cuerpo y por tanto de identidad. Es el cuerpo el que expone la propia materialidad del cuerpo y la noción de alteridad. En él conviven diversas identidades que desde la posmodernidad se cuestionan como únicas. Así se produce el pasaje de la dualidad o binarismo a la idea de multiplicidad y construcción. El cuerpo es un objeto construido que no nos define de manera única, ni eterna. La pensadora Judith Butler plantea que el género en tanto identidad no es un atributo del sujeto que preexista a su inscripción social, sino que el género comporta un efecto performativo. La postvanguardia en sincronía con las teorías contemporáneas ha reflexionado en ese sentido. La estética que se postula está ligada con las fronteras, los límites y la hibridación. Ni el lenguaje, ni las disciplinas, ni las categorías de análisis son estáticas.

En este sentido no pueden buscarse definiciones ni absolutas ni fijas, dado que la performance pone su énfasis en la acción y el movimiento, y en la construcción colectiva y constante. De esta manera, el encasillamiento o clasificación de la disciplina es una cuestión a tener en cuenta. Su pertenencia a las artes visuales, o a las artes del movimiento o escénicas conduce a la reflexión de lo Alter/Otro/Nativo. Intento esbozar una posible definición que plantea como problema la indefinición. ¿Somos lo “Alter”?, ¿somos “Lo Otro”?, ¿somos “Lo Nativo”? ¿O todo depende de la posición performática con la que nos posicionemos frente a un discurso? ¿Es mi propio cuerpo o el cuerpo social el que interactúa en la acción?

En este aspecto, no puede soslayarse lo Alter/Nativo desde el punto de vista de la construcción hegemónica. ¿Dónde se ubica lo hegemónico, dónde lo alternativo y cómo se relacionan ambos conceptos?

Se trata de problematizar y desmontar una cuestión propia del presente. Aquí podría pensarse en la teoría de Homi Bhabha y su noción de in-between, ni lo uno, ni lo otro, en el medio.

Reconocer, por otro lado, que existe un discurso hegemónico en permanente construcción es una clave para entender que lo alternativo o subalterno puede ser lo dominante y viceversa.

Regina José Galindo. ¿Quién puede borrar las huellas? (Guatemala. 2003)


Femenino/Masculino
Hegemónico/Alternativo
Performance y fronteras

La selección y recorte realizados en torno al proyecto giran alrededor de una investigación centrada en la búsqueda de preguntas acerca de la performance como disciplina artística y como interpretación de la construcción subjetiva de lo femenino indisolublemente ligada a la dimensión subalterna.

Amparo Serrano de Haro en su libro “Mujeres en el arte. Espejo y realidad” afirma “Nos encontramos con la pérdida del discurso dominante, ya que se ha producido una crisis del parámetro ideal universal. Esta crisis revela y cuestiona el sistema de oposiciones binarias que subyacen a él: blanco-negro, bueno-malo, masculino-femenino…Jacques Derrida, junto a otros filósofos, revela que estas parejas de oposiciones encarnan una estructura jerárquica en la que el segundo término de oposición se somete al primero en que está incluido.

Son dos fenómenos interconectados: la crisis, la pérdida del centro o un discurso dominante claramente establecido y la aparición con fuerza de la diferencia como propuesta alternativa no-consensuada”.

Las performances en los años 60 vienen a introducir la noción de cuerpo, un cuerpo que puede actuar y moverse más allá de un montaje teatral y más allá de lo cotidiano. Las artistas mujeres del arte de acción, sin necesariamente adscribir al feminismo o contar con una perspectiva de género, nos exhiben un cuerpo, un cuerpo femenino o trans, problematizado. El arte de acción pone al descubierto, como lo hacía el autorretrato femenino, la experiencia del cuerpo, de su condición habitando el espacio para la autoafirmación.

La performance fue el lugar privilegiado para la exposición del cuerpo, aprovechado por muchas de las artistas surgidas a partir de los años 60 para visibilizar el espacio de lo íntimo, de lo privado. “Lo personal es político” encontró eco directa o indirectamente en los trabajos de Marina Abramovic (Belgrado, 1946), la también llamada la abuela de la performance, y Ana Mendieta (La Habana 1948-Nueva York 1985). Ambas comparten, de alguna manera, el hecho de privilegiar en sus obras géneros subalternos como la autobiografía, el testimonio, la crónica, la denuncia, y obviamente la disciplina de la performance.

Marina Abramovic y Ulay. Los Amantes. 1988. Gran Muralla China

De igual modo que sus creaciones, están atravesadas indefectiblemente por el registro de la violencia como eje constitutivo de lo femenino. Un caso paradigmático es el de la artista Orlan (Saint-Étienne, 1947), quien se autodefine dentro del feminismo, y que desde mediados de la década del 60 ha realizado diversas performances en las que su propio cuerpo se somete a constantes intervenciones quirúrgicas. Orlan sostiene que su arte es una denuncia constante a las formas de opresión social del cuerpo femenino, y confía en el uso de la tecnología y de la ciencia para lograr una transformación total no sólo de nuestra imagen, sino del pensamiento humano. En palabras de Corinne Sacca Abadi: “El cuestionamiento de Orlan al estatuto del cuerpo implica una renuncia a la noción de unidad, negándole su función de soporte de la identidad. El cuerpo considerado como un ente cuyas partes son autónomas e intercambiables sin conexión entre sí, pierde su carácter simbólico y significante.

Las estrategias de fragmentación y disociación propuestas por Orlan en sus operaciones-performances transforman al cuerpo en un conjunto de elementos inconexos, sustituibles y eternamente superables.

Su propuesta estética constituye un fenómeno social y mediático, y merece estudios de tipo antropológico y cultural, pero su obra excede los dominios del arte”. Las acciones artísticas de Orlan se instalan en el terreno del debate acerca de lo que hoy constituye el arte contemporáneo. Artistas como Orlan exhiben de manera descarnada la mirada acerca de los límites.

Orlan

Así puede ubicarse el trabajo de Cindy Sherman (New Jersey, 1954), que plantea una reflexión sobre el cuerpo, sobre su propia imagen. Sherman posa en la fotografía, fotografía su rostro y su cuerpo, al mismo tiempo que lo desnuda, lo deforma, lo disfraza, lo enmascara.

Cindy Sherman. Untitled, 2000

La artista francesa Sophie Calle (París, 1953) recurre a la acción y a la instalación a través de la autoproclamación de su intimidad.

En 1980 realiza la obra “Suite Vénitienne”. La propia Calle explica su procedimiento: «Regresé a Francia después de pasar siete años en el extranjero. No conocía a nadie. Me sentía perdida en mi propia ciudad. Así que decidí seguir a desconocidos y que fueran ellos quienes decidieran a dónde ir. Siempre he estado organizando ritos en mi vida; la mayoría nunca los he usado para mi trabajo. Hay gente a la que he seguido un año entero, pero no he publicado ni he usado ese material. Un día seguí a un hombre hasta Venecia…”. Al año siguiente la artista fue invitada al Centro Pompidou a realizar una exposición colectiva llamada “Autorretratos”. La obra llamada “La Filature” (La sombra) fue narrada de la siguiente manera: “(…) pensé que el único modo de hacer mis autorretratos, después de seguir a tanta gente, era invirtiendo los papeles(…). A petición mía, durante el mes de abril de 1981, mi madre se acerca a la agencia Duluc.Detectives privados. Pide que me sigan y reclama una relación escrita de mi empleo del tiempo y una serie de pruebas fotográficas de mi existencia.»

Los debates de género han puesto de relieve no sólo la opresión hacia las mujeres sino la violencia con que es ejercido este sometimiento.

Se hace presente cierta especificidad de la obra de las mujeres artistas a través de la exploración que hicieron de nuevos materiales y soportes, muchas veces sus propios cuerpos, trabajos colectivos, reflexiones autobiográficas. Se posiciona así a la mujer como un sujeto activo de su propia representación. Uno de los espacios privilegiados de esa autorepresentación femenina será la disputa por la representación de su cuerpo. Esa disputa se llevará a cabo fundamentalmente a través de la perfomance como medio de expresión creativo y prolífico.

La acción de 1975 de Carolee Schneemann (Pennsylvania, 1939) titulada “Rollo Interior”, aboga por la libertad sexual femenina. Schneemann extrae hacia el final de la presentación, un rollo de su vagina. Del cuerpo femenino sale metafóricamente el conocimiento.

Es importante señalar las obras que cruzan lo cultural y el debate de género, como el trabajo de Mona Hatoum (Beirut, 1952), Tracey Moffat (Brisbane, 1960), Marjane Satrapi (Rasht, 1969) y Shirim Neshat (Qazvin, 1957).


Persepolis – Eye of the Tiger
Persépolis, Francia, 2007.
Film de animación basado en la novela homónima de Marjane Satrapi

Uno de los trabajos más destacados de Neshat en este sentido es “Mujeres de Alá”, realizado en 1993. La obra es una serie fotográfica en blanco y negro de partes de cuerpos de mujeres como rostros, pies, manos, etc., y junto a estos recortes aparece un arma de fuego y flores. La artista colocó textos en persa de escritoras iraníes sobre las partes del rostro o del cuerpo que no estaban cubiertas por el velo. Esta obra fue interpretada por occidente como un mensaje críptico o poético más. Por el contrario en Irán fue censurada.

Las obras de estas artistas también ponen el acento en la violencia del cuerpo, como los cuerpos distorsionados de Sherman, las letras de Neshat y la performance “Rape Scene” de 1973 de Ana Mendieta. “Rape Scene” está basada en el caso real de una estudiante de la Universidad de Iowa que fue violada, Mendieta invitó a un grupo selecto de estudiantes y los esperó desnuda, mañatada de pies y manos, y ensangrentada, contra una mesa, representando la violación sufrida por la estudiante.

Ana Mendieta fue una de las primeras artistas latinoamericanas de renombre. En el mundo artístico de los 70 fue pionera en utilizar el cuerpo para crear arte, tanto en el “body art” o “performance art” como en el “land art”. Sus obras más significativas están ligadas al cuerpo femenino y a la violencia ejercida sobre el mismo. De igual manera, sus obras tienen un sentido crítico, místico y poético que queda muy bien reflejado en su “Serie Siluetas”, 1973-1977.

Ana Mendieta. Flowers on body, 1973. Oaxaca, México.

Estas artistas asumen el cuerpo en todos y cada uno de sus aspectos, temáticas y perspectivas, pero fundamentalmente desde el uso de la performance o arte de acción. Esta disciplina, que fusiona diversos lenguajes (teatro, danza, artes visuales, etc.), permite al mismo tiempo exponer el concepto de cuerpo y sus cambios de manera múltiple y permanente y debatir sobre la cuestión de lo femenino.

La performance en Latinoamérica ha permitido discutir en torno a la idea de nación, de centro y periferia, de etnicidad y de subalternidad.

Las performances de Regina José Galindo (Guatemala, 1975) toman como eje central las violaciones a los derechos humanos en su país, Guatemala. Regina José Galindo realiza su trabajo en los límites entre la noción de la resistencia y el peligro físico. En esa misma línea conceptual gira el trabajo de las históricas Marina Abramovic y Ana Mendieta.

La artista Tania Bruguera (La Habana, 1968) desarrolla su obra según lo que ella misma ha instalado como concepto y metodología, y que denomina “arte de conducta”. Una de sus performances más comentadas en esta línea fue la realizada en su casa de La Habana. En la misma Bruguera estuvo durante horas comiendo tierra de una maceta. Esta acción, de múltiples lecturas, estuvo vinculada con un ritual similar de suicidio practicado por los indígenas de la isla frente a la conquista española. Sin lugar a dudas la obra más controvertida y en la que ponía su vida al límite fue la realizada en 2009 en la Bienal de Venecia, que llevaba por título “Autosabotaje” y en la que jugó a la ruleta rusa con su propia cabeza.

El colectivo Mujeres Creando, de Bolivia, que adscribe al feminismo autónomo y practica las performances y acciones callejeras, tiene entre sus preocupaciones básicas la desobjetivación de las mujeres, la crítica social anticolonial y no europeizante, el problema del indigenismo y del patriarcado ejercido tanto por la derecha como por la izquierda en América Latina, especialmente en Bolivia.

La pionera de la performance en México Mónica Mayer (México, 1954) es una fiel exponente de las preocupaciones teóricas y políticas de la performance en función de un cuerpo y una identidad de género. Maris Bustamante (México, 1949) y Mónica Mayer conformaron un colectivo que se llamó “Polvo de Gallina negra” y que duró de 1983 a 1993. Entre sus acciones más destacadas puede mencionarse: “El Respeto Al Derecho Al Cuerpo Ajeno Es La Paz”. La performance se llevó a cabo el 7 de octubre de 1983 durante una marcha en contra de una violación, donde prepararon una pócima para hacerle “mal de ojo” a los violadores, y repartieron sobrecitos entre público.

Estas obras trabajan en la dimensión del poder, el que se manifiesta en lo social, lo cultural, lo sexual, entre los géneros. El poder y el no poder. Esto puede observarse en “Ritmo 2” (1974), de Abramovic. La artista experimenta en su propio cuerpo el consumo de pastillas para pacientes con catatonia o maníaco depresivos, exhibiendo estridentes movimientos corporales producto de la ingesta de esa medicación. “Ritmo 2”, una obra que se sitúa en el accionismo vienés, forma parte de una crítica feroz a los tratamientos psiquiátricos de la época y a la violencia ejercida sobre el propio cuerpo.

No obstante, las acciones callejeras y performances realizadas por mujeres también denuncian la opresión y el sometimiento de lo femenino, no sólo en la esfera de lo privado sino en la esfera de lo público. Éste es el caso de las Guerrilla Girls, un colectivo de trece mujeres anónimas que en 1985 ante una exposición celebrada en el MOMA (Museum of Modern Art) de Nueva York levantaron un cartel que decía: “¿Tienen las mujeres que estar desnudas para entrar en el Met. Museum? Menos del 5% de los artistas en las secciones de Arte Moderno son mujeres, pero un 85% de los desnudos son femeninos”.

Estas acciones cruzan y trastocan permanentemente los límites, los límites del Ancien régime del arte y de sus producciones. Son las fronteras que se entrelazan para mezclarse en nuevos lenguajes y son también las nuevas formas que adquieren lo hegemónico y lo subalterno, lo masculino y lo femenino.

De esto se desprende que la performance como disciplina construye un discurso social y estético sobre lo “femenino”, que las artistas en no pocas ocasiones utilizan para representar situaciones de violencia concretas o simbólicas, al mismo tiempo que son objeto de las mismas.

Micaela Fernández Darriba

Micaela Fernández Darriba (Buenos Aires, 1976) es licenciada en Ciencias de la Comunicación, egresada de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Es directora y creadora de “Foeminas”, Revista Virtual de Xénero www.foeminas.lugo.es. También es investigadora y crítica especializada en arte, cultura, comunicación y género. Ha publicado diversos artículos sobre estas temáticas en Argentina, España, México, Venezuela y Chile.


Fragmento de la entrevista a la artista cubana Tania Bruguera realizada por Luis Eduardo Martínez y Micaela Fernández Darriba para el Ciclo de Arte Urbano,Buenos Aires, agosto de 2009. La entrevista fue desarrollada en y gracias a la colaboración del Centro de Investigaciones Artísticas www.ciacentro.org

Definiciones de la artista sobre el «arte de conducta».

Definiciones sobre el realismo en sus acciones.


Reseña de algunas artistas

María A.A. nació en Sevilla en 1968. Curiosa, observadora, analítica, critica y muy emocional; ha cursado formación reglada (es licenciada en escultura) y paralela desde los once años (desde la danza al piano, pasando por electricista). Actualmente trabaja en un estudio sobre el arte de acción en el Estado español, realiza videoacciones y vive una intensa experiencia ecorural. Citado de http://foeminas.lugo.es/2007/Noviembre/Contemporanea_cast.htm

María María Acha. Artista Visual. Nace en Lima, Perú (1968). Estudia en la Facultad de Artes de la Universidad Católica del Perú, y se especializa en diseño gráfico, carrera que ejerce durante 10 años en México, donde trabaja como directora de Arte en diferentes firmas internacionales de publicidad, paralelamente es miembro artístico del talller de grabado “Los tres patios” dirigido por Juan José Beltrán, realizando varias exposiciones colectivas en esa ciudad. En 2001 al mudarse a Madrid, retoma totalmente su carrera artística, por una parte como gestora, co-dirigiendo el Ojo Atómico, Antimuseo de Arte Contemporáneo, institución independiente de arte que pretende dar cabida a diferentes manifestaciones artísticas y que además busca la participación activa de la ciudadanía en la creación de vanguardia. Y por otra parte trabaja en su propia obra artística, cuyo marco general es la condición femenina. El proyecto que simboliza su regreso a la creación artística fue “Güera”, performance realizado en la ciudad de México en 2003, donde plantea relaciones de discurso racial y social desde la posición de la mujer, haciendo énfasis en la experiencia de sentirse más “atractiva” por el hecho de teñirse de rubio, para acercarse al canon de belleza occidental, en un país mestizo donde el aspecto racial puede condicionar la vida de una persona. El performance consistió en ser rubia por tres semanas en la ciudad de México. Tres semanas de caminatas en compañía de un fotógrafo, cuyo resultado fue un pequeño libro con fotografías que retratan la experiencia, seguido de un reportaje publicado en un suplemento social de un periódico mexicano, para convertir la acción íntima en una acción pública. Citado de http://foeminas.lugo.es/2008/maio/Contemporanea_cast.htm

Isabel León Guzmán, Cáceres 1974, es licenciada por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia (U.P.V.) en junio de 1999. Se encuentra vinculada mayormente al hecho performático, vive y trabaja en el Estado Español donde ha realizado diversas acciones y videoperformances. Entre las que pueden destacarse: “Sala llena de boquillas de cigarros de liar. 3/5″, performance para Acciones en el Carromato. Madrid, marzo 2010. (www.elcarromato.net), “Abrazos”. Performance para la Inauguración de la Exposición de la Fundación Igualdad Ciudadana. Centro de Exposiciones San Jorge. Cáceres, 11 de diciembre de 2008 y “Autorretrato Atemporal”, performance para Sinergia. 5ª Trobada de Performance. Día internacional de les Dones. FEM08. Centre Cultural La Mercé. Girona, marzo 2008. (www.gresolart.com). Citado de http://www.isabelleon.eu/web/?page_id=30 y http://foeminas.lugo.es/2008/xullo/Contemporanea_cast.htm

Rocío Boliver (La Congelada de Uva), artista mexicana. “Desde hace diez años, Rocio Boliver con el seudónimo de «La Congelada de Uva» -debido a la censura por sus performances y su literatura- participa notablemente en el circuito del Arte Actual, concretamente en el género de performance. Su trabajo en esta corriente artística se caracteriza por ser erótico, concentrando sus propuestas en la crítica a las cargas represivas que viven las mujeres. Estudió danza y filosofía. Inicia su carrera de performance a partir de la lectura de sus textos de corte porno-erótico en 1992. Poco a poco aúna a la lectura, acciones y finalmente elimina los textos y entra de lleno al Arte Acción, independientemente de seguir escribiendo. Actualmente publica en diversas revistas de corte alternativo y sobre sexualidad. Acaba de publicar su polémico primer libro «Saber EsCoger».

Ha participado en tres emisiones de La Muestra Internacional de Performance en México: 6ª «Rewind», (1997), 7ª «Exhibicionismo y perversión», «Paseos por el Metro», (1998) y 10ª «El planeta de los pendejos», (2001) A partir de 1997 participa con más de 25 performances en el proyecto «Artenativo, Caja Dos», dirigido por Armando Sarignana. «Ex Teresa, Arte Actual», espacio de mayor importancia en México para el performance, ha sido escenario de sus performances más representativos, además de las Muestras Internacionales en actividades como «Jornadas de Oxigenación» y «Festival de Diversidad Sexual». «El Museo Universitario del Chopo» es otro de los espacios en que se ha presentado, durante «El 4º Encuentro de Arte y Música Electrónica», «15 años de la semana cultural Lésbico-Gay», «5ª Bienal Internacional de Poesía Visual/Experimental» (1996) y en la «No presentación de «Saber EsCoger», libro de su autoría, con el performance «Reyna de las Putas» (2002) En «El Museo José Luis Cuevas» se presentó en un homenaje a Juan José Gurrola, director de teatro e iniciador del performance en México junto a Alejandro Jodorovski. Fue invitada al Festival en Valparaíso, Chile, Perfo Puerto, en donde presentó la pieza ¿La Rociadora? (2002). Participa con el grupo de performance europeo «Black Market International» en «Acciones en Ruta» (2003), México City (…)”. Citado de http://performancelogia.blogspot.com/2007/04/roco-boliver-suchi-n-gadera.html

Pippa Bacca es el psudónimo de la artista italiana Giuseppina Pasqualino di Marineo. Bacca nació en Milán el 9 de diciembre de 1974 y fue violada y asesinada por un hombre desempleado el 31 de marzo de 2008 en Gebze, Turquía. La performer se encontraba en aquella ciudad realizando una acción titulada “Brides on tour” (Novias en viaje) que desarrollaba por distintas carreteras del mundo, de Milán a Jerusalén llevando un mensaje de paz a aquellos países que atravesaban conflictos bélicos o situaciones de violencia. Era sobrina de Piero Manzoni, el artista italiano que envasó sus excrementos y expuso la obra denominada “Mierda de artista”. Entre sus obras pueden mencionarse: “Le stanze di verzura” (2006), “Adamo ed Eva”, “Surgical mutations” (2004), “Il ventre dell’architetto” (2003) y “Non calpestate l’Africa” (2003). Fuentes: http://it.wikipedia.org/wiki/Pippa_Bacca#Opere y http://foeminas.lugo.es/2008/abril/Contemporanea_cast.htm

Andrea inocêncio (Coimbra, Portugal). Artista pluridisciplinar y transdisciplinar que se dedica a la investigación y a la creación artística en un proceso continuo de aprendizaje, basado en la participación activa y en la producción cultural colectiva e individual.
Su trabajo cuestiona problemáticas culturales, políticas, sociales y de género a través de un diálogo crítico e irónico.

Actualmente esta trabajando en torno a la figura de la mujer artista, heroína y migrante en tránsito, la violencia social y la lucha constante por sobrevivir en un ambiente hostil. De cómo la imagen femenina se hizo poderosa en el ámbito erótico y en el mercado como una reflexión sobre cómo las identidades culturales se construyen a través de ciertos estereotipos y patrones de las mitologías populares.

Links:

Colectivo Siempre “Venimos trabajando desde el año 2006. Hoy somos un grupo de mujeres que encontramos en el arte un modo para reflexionar y operar sobre nuestra realidad, tomando diversas problemáticas políticas y sociales que nos convocan y nos interesan. El discurso artístico es el medio y el cuerpo la principal herramienta de ese discurso. A veces hacemos producciones coreográficas y otras, acciones más performáticas y agitativas, buscando la expresión y participación colectiva. Generalmente abordamos el espacio público como escenario o lugar de manifestación (…)” Citado de http://colectivosiempre.blogspot.com/


Enlaces de interés:

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